Es un queso madurado, elaborado con leche de vaca, cabra o la mezcla de ambos y que presenta una corteza rugosa e irregular, de color gris oscuro con manchas rojas y azuladas. Su interior es cerrado, de textura blanda y color amarillo pálido, con pequeñas cavidades donde crece un moho blanco y azul verdoso. De formato cilíndrico irregular, se presenta envuelto en papel metalizado y su peso oscila alrededor de los dos kilos.
A pesar de pertenecer a los denominados picones, se le considera el menos fuerte y agresivo de estas categorías.